En la primera fase de este proceso se quedó descolgada la Caja Vital Kutxa. Parece ser que no tenían muy claro si era cuestión de efectividad mercantil y económica, o bien, era una cuestión política.
Según las últimas noticias vuelve a haber discrepancias entre las otras dos entidades, vizcaína y guipuzcoana, por la forma en que deben ejecutarse las votaciones para la aceptación de esta unión o no. Unos dicen que debe ser a mano alzada y otros que por medio del voto secreto. Los primeros quieren saber quienes dicen una cosa y hacen otra y los otros que lo democrático es el voto secreto y que salga lo que salga sin que a nadie se le pueda relacionar con el voto emitido.
Ya tenemos culebrón en marcha. Si en una de las dos entidades sale lo contrario a lo que se espera, los unos dirán que no saben quien se ha decantado por lo contrario de lo que decía, para poder llamarle la atención o lo que sea, y en la otra que si lo sé no vengo pues no ha salido lo que queríamos, y no sé a quien echarle la culpa.
No sé como terminará esto pero, si ya empezamos así, fácil es saber como acabará.
Tiempo al tiempo que todo lo deja en sus sitio.